8 de marzo de 2009

Carnaval...


En muchas ocasiones, de forma voluntaria o sin pretenderlo, quien más quien menos se involucra en un carnaval constante.
Bien por desidia, bien por aburrimiento, bien por “ir a ver que cae”...

Típica es la situación de la cuarentona que, aburrida de su vida diaria, se vuelca en internet para “descubrir nuevos mundos”.

De ahí a vivir nuevas experiencias, hay muy poco camino.
De ahí a sentirse identificada con esquemas que apenas se conoce y acaban de descubrir, hay un mundo o simplemente un saltito, dependerá mucho del grado de hastío de la vida de esa persona.

Verse inmerso en un “me siento sumisa” o por el contrario en un “soy dominante” puede ser cuestión de horas o de coincidir con alguien que sepa entrar en tu mente y hacerse un hueco ahí.

Esas personas, solitarias como las que más, son las que probablemente crean sentir la sumisión más arraigada, más profundamente.

El problema aparece cuando hacen de su nuevo descubrimiento, un mundo, su mundo, su dogma de fe.

Lástima que como creemos estar en época de carnaval todo el año, a las primeras de cambios, decidan probar el otro lado del espejo.

Bajo mi punto de vista, quien, acabando de descubrir el mundo de la D/s, pasa de la sumisión a la dominación en un abrir y cerrar los ojos, será debido, probablemente a que el nivel de su vida, bien sentimental, emocional o personalmente está muy pero que muy bajo.
Quien pretender ir probando de todos los sabores del helado para saber cual le gusta más, no es un amante de los helados, es únicamente, un curioso.

De igual forma ocurre con la D/s.
O sientes de una forma o sientes de otra.
No me vale el que me digan, ahora probaré la sumisión a ver que tal me va y luego probaré a ser dominante para ver que tal lo hago y una vez “probadas” las dos opciones me decidiré con cual me quedo.

Señores, carnaval es unos días al año, el resto nos quitamos la careta y dejamos las payasadas para el año que viene.

Lástima que esas personas, que de haberlas haylas, hagan perder el tiempo a otras.

Siempre,
nakie



1 comentario:

Anónimo dijo...

La curiosidad es un motor tan bueno como cualquier otro pienso y entonces la diferencia estará en qué haga cada uno cuando pone en marcha su vehículo, por así decirlo :D como una pizquita de honestidad nunca viene mal pues si uno curioséa o picotéa siempre siendo consciente y haciendo partícipes a los demás de que está picoteando o curioseando.. pues de nuevo no veo cuál pudiera ser el problema... en definitiva creo que si te han fallado te han fallado y no es tanto una cuestión de curiosidad ni de "instrusismo" digamos.. pero bueno, tu post me llegó un poco como reflex general así que tp sé bien si te referías a alguien o algún caso de tu entorno