14 de abril de 2008

Responsabilidades...

La sensatez, el sentido común, no están para nada reñidos con la sumisión, es más, creo que deben ser un complemento necesario 100%, tanto para la parte Dominante, como para la parte sumisa.

Yo, como sumisa, entrego mi bienestar, mi voluntad, mi vida, mi cuerpo a esa persona tan especial a la cual adoro, pero eso no me exime de seguir siendo una persona con responsabilidades mínimas para conmigo misma y para con los demás.

Aceptaré las órdenes, porque así lo he decidido, pero han de ser mínimamente coherentes, no por el mero hecho de ser caprichos de Dominante han de ser atendidas.

Dónde quiero ir a parar? jamás ninguna órden, por muy de mi Dominante que provenga, irá en contra de mis valores, de mis principios y de mi autoestima como persona. Es decir, no acabaré en el hospital por aceptar una orden, no acabaré magullada y con heridas por aceptar una orden, no superaré límites pactados por aceptar una orden.

Si en un momento dado se diera alguna de esas situaciones, la única responsable de ellas sería yo... sumisa sí, tonta, no.

La sumisión ciega, la sumisión 100%, bajo mi punto de vista, es negativa en si misma. Si pierdes todo control sobre ti, pierdes, por así decirlo, el poder de ser persona, pasas a ser, algo así como un autómata, un robot con programas prefijados y con respuestas predecibles a unos estímulos determinados.

El Dominante moldea, enseña, maneja pero jamás anula la personalidad y/o capacidad de la persona sumisa. La entrega de ella vale mucho más de lo que la mayoría de los que se hacen llamar Dominantes creen.

La entrega, la devoción, la sumisión, el respeto es algo que se ofrece sin pedir nada a cambio, es algo que quien recibe, debería guardar y valorar como el mayor de los tesoros.

Lástima que haya quien no comparte esta forma de verlo y peor aún, quien permite que se le anule como persona bajo la "excusa" de tener una personalidad sumisa.

Sumisa sí, persona sí, tonta, NO.

Siempre,
nakie



13 de abril de 2008

Orgullo...


" Te necesitaba para encontrarme.

Te he necesitado para conocerme.

Te necesitaré para construirme
. "


Si alguien es capaz de dedicarte estas tres frases es que eres alguien muy especial para esa persona.

Tres frases que encierran mucho cada una de ellas... pasado, presente y futuro... toda una vida en tan "solo" 3 frases.

Yo tengo la gran suerte de tener en mi vida alguien así.

Me siento orgullosa de ello, me siento muy feliz de que así sea.

Gracias, siempre,
nakie


Cuantificaciones...

Una sumisa cualquiera: "desde que empecé en el BDSM, he tenido 7 Amos, todos ellos maravillosos"
Un Dominante cualquiera: "desde mis inicios, he tenido 18 sumisas, todas ellas excelentes"

Cualquiera de esas frases, o parecidas, podemos encontrarlas en cualquiera de los canales o foros de D/s que hay en la red. Podrías decir, que son hasta "habituales" esas situaciones y los interesados las pronuncian con orgullo.

No lo entiendo.

Si eso lo pasásemos a la vida vainilla a que lo equipararíamos?
Maridos/esposas?
Novios/novias?

Bajo mi punto de vista, un Dominante o una sumisa es algo más que un novio o una novia, ya que a él entregas mucho más que tu cuerpo. Bajo mi punto de vista, se equipararía más a un marido/mujer por lo que a ellos entregas tu vida, tu confianza, tu cuerpo... (al menos en el momento de dar el paso, el tiempo acaba apagando parte de esa euforia inicial en la mayoría de relaciones... aunque el tiempo no sería el culpable, sino los interesados, pero eso es masa para otra entrada...)

Centrémonos en una sumisa y quedémonos pues que un Dominante en la vida de una sumisa se equipararía a un marido en la vida vainilla (o socialmente hablando por decirlo de alguna forma, en la sociedad que nos ha tocado vivir, vamos).

Entonces... la frase que inicia esta entrada se equipararía a "he tenido 6 maridos"!!! y eso probablemente en un periodo relativamente corto de tiempo.

Algo no cuadra.

Cómo llamaríamos a esa mujer? libertina? ligera de cascos? cualquiera?

Deseamos un estilo de vida D/s, pero no lo tratamos con el rigor que se merece.
Deseamos un estilo de vida D/s, pero nos entregamos casi al primer Dominante que nos parece mediánamente decente.
Deseamos un estilo de vida D/s, pero cuando termina nuestra relación con el Dominante, acto seguido nos ponemos a buscar otro.

Es como si se nos hubiese estropeado la camisa que más nos guastaba de tanto usarla y vayamos a por otra nueva.

No entiendo esta forma de proceder. No es mi forma de proceder.

Nos empeñamos en gritar a los cuatro vientos que necesitamos entregarnos a alguien, que necesitamos demostrar nuestra sumisión y caemos en la vulgaridad de hacerlo con cualquiera y bajo cualquier circunstancia, todo por el que dirán y por el como me verán desde fuera.

Hipocresía pura y dura. También en el mundo D/s.

Supongo que he mezclado conceptos...

Siempre,
nakie


A medias...

Relaciones D/s a espaldas del marido.
Sesiones BDSM a espaldas de la mujer.

Eso se traduce, simple y llánamente, en cuernos, infidelidades, insatisfacción de la vida actual...

No me vale que me digan que es un complemento, que es algo que tu pareja no puede darte, que es algo que tú necesitas.

Si es así, si realmente así fuera, plantéate una nueva vida, una nueva relación.

No me valen las cosas a medias, o estamos o no estamos.

Si no estamos a gusto con lo que tenemos, dejémoslo a un lado e intentemos encontrar algo mejor.

Si no nos gusta lo que tenemos, no juguemos a dos bandas. Al fin y al cabo, no acaba siendo más que un engaño personal y lo que es peor, engañamos a la persona con la que se supone que compartimos nuestra vida.

No se, no me gustan las cosas a medias.

Quizá por eso mi vida ha sido la que ha sido y he tenido que contemplar como compañeras de colegio, amistades, familiares encontraban pareja y yo me quedaba esperando a mi príncipe azul. Quizá yo era una inconformista y no me conformaba con cualquier cosa... quizá era que yo necesitaba algo especial.

Sea como fuere y sea cual sea la razón, he tenido el coraje y la fuerza suficiente de no caer en la mediocridad de entablar una relación cualquiera que con el tiempo hubiera desvirtuado.

No entiendo las cosas a medias... las relaciones, tampoco.

Siempre,
nakie